23.12.09

Rosa á dos vocês (Xema, obrigado)



A penas rosa,
caminante, tu lentitud.
Un tono tibio,
inherente al transcurrir
de tus avatares todos.
Me distraes de tu destino,
de tu fuga.
Tu color rosa es gota siempre;
atardece el solsticio,
norte, rosa ambrosía,
yema de los ojos de las bacantes,
diosa griega y cristalina.

18.12.09

Grasa, bolero.



Llévame,
hoy con un trago y en la mano un bolero.
Haz del letargo mi calvario, mi tormento.
Sólo dime si contigo he de fluir.
Pruébame,
soy un soldado cotidiano de tus besos.
Soy la espada fina que se afila con tus sueños.
Yo elimino mil ejércitos por ti.
Sabes,
que mi coraje sólo es por tu abandono.
Subo, incendio el cielo y ya no lloro
Hasta el mismo infierno he de partir.
Piensa,
la indiferencia se me escurre como sombra.
Al no verte se me escurre la deshonra.
Hoy yo me muero, déjame partir.

Los colores de la A



La primigenia se aparece en colores, de muchas maneras y multicolores. Después en sabores, olores, aromas, y finalmente, como todas, en objetos. Pero la A, es la A.
¿Te acuerdas cuando dijiste "A"?

almizcle, púrpura oscuro, buey rata, lobo, oso, conejo; azafrán, rojo, flor, arroz; amatista, verde, piedra, joya, vidrio; añil, azul, polvo, imán; ámbar, amarillo, miel, solar; albúmina, marrón, chocolate, lodo; alba, blanco, nube; amate, café, corteza, hongo; azabache, negro, lustre, caballo; azufre, verde, pistache, gas, hoja.

16.12.09

Laranja á dos vocês (Xema, obrigado)



El cielo se ilumina,
remedo desesperanzado,
de ardor de ultraje.
Tu cuerpo
es el fondo en el que yo soy.
El cómplice del día.
Chispa candor,
explota naranja
en el manto universo,
luz de luz,
luz de lejos,
gota de fruta,
de polvo y deseo.
Naranja,
toda mi mujer en un trueno.

10.12.09

Cinza á dos vocês (Xema, obrigado)



¿No es entre los surcos de tus manos
donde la vida se recobra,
roca de Sísifo,
para volverse a perder innata,
infame, impía?
¿No es en la ceniza
donde se esparce tu silencio de volcán,
presagio de tormenta y muertos de lápidas,
cementerio
gris
tímido pendenciero?

nueve (df bis)



Viérteme de tinieblas,
interna mis poros alcantarillas.
El intestino de la ciudad
desata la mansa y ebria
nocturna citación con los indigentes,
los metros vacíos de espacio,
tubos fríos y callados
bailan alegres
con la paz citadina.

Foto de: http://www.flickr.com/photos/diablofeliz/

ocho (marchas de nube)



Techo nubeteca,
forma mi cabeza,
un espejo, hueco,
mi corazón es mi cabello,
de nube, de nube, pienso,
lato y tropiezo:
un reflejo,
nubeteca,
mi cielo.

Foto: http://www.flickr.com/photos/diablofeliz/

De Rafael Cadenas (Barquisimeto, Venezuela; 1930)



Con Chema y LuisModerno, al caminar con las patas hinchadas por toda la FIL de Guadalajara, nos topamos en el stand de Perú con un libro de Rafael Cadenas, para nosotros desconocidos, el autor y el libro. Nos gustó, algo, su foto, los textos de la pared, lo limpio y atascado. Lo compré, creí que era peruano. Me encantó su mano tosca y de lija, su voz ebria y emputada. De esos poetas que ya no hay. Hoy lo descubro venezolano, comunista, y el gusto permanece. Homenaje, pues, al Premio de Literatura FIL 2009. Después escucharíamos a José Emilio Pacheco en vivo, leer. Después nos enteraríamos que lo premiarían con el Cervantes. Si Cadenas y Pacheco nos escucharan, ¿qué premios recibiríamos?, ah... tenemos ojo con estos muchachos.

(Versos seleccionados, nunca al azar, de poemas del poemario “Una isla”).
Vengo de los ojos de una mujer.
¿Cómo halló tanta tiniebla para vencer a la zumbante nube de ojos finos?
Soy latido, sonrisa, adoración,
(…) lentitud de lava
Costa que se aleja,
puedes darme el poder de vivir en otra parte
(El exiliado) ve su cara en el estanque y la olvida.

4.12.09

Marrom á dos vocês (Xema, obrigado)


Barro
grano a grano
la piel del árbol
a fuego lento,
un café terso,
lengua de la tierra enjuta y enlodada.
Aparece la entrepierna, Cleopatra.
Parte de la piel
cede ante la angustia
del aroma breve de tus senos.
Creces, nostalgia,
nadie sabrá el rumor de tus pasos.

3.12.09

siete (mediatarde en medio df)



Una tarde honda regala sus brillos a la ciudad,
empata sus cantos con las aves,
y vence los murmullos de los hombres con vaivenes,
que esparce de noche sobre los ríos y los canales
y recopila de día
entre las calles, las cocinas
y los deseos de los moradores.

seis (reino selva)



Con poder la vaina
roba litros
nuestras risas.
Vida luciérnaga
envidia en grises
la tarde
acomodada.

Luz,
luz y ceguera
alfombra horadada
por el fuego terso;
el andar al río
al bordear su lengua
fresco de plantas, suave,
savia entre los dedos.

Rodea con luces
y muele dolores,
ni en vano ni en fin
costará el descaro
esta caída de siglos.

Con los años
el reino atropella sus testigos,
devuelve ídolos
y caen sus fiestas.

Las tardes de sombra y grano
tuestan los espasmos
del doliente, el fiel
y el abrigo.

cinco (bajo sol carretero)



La ladera baña herrumbre
nuestros brazos.
Y el oro cuece aceite
las intenciones.

Fortuna rota
cristalina empina daga
la vetusta moral
del viajero.

Sólo la sombra acaba
en ceniza.

Solos recogemos las plumas,
los vientos
y los asientos minerales
del cerro, deseos.

2.12.09

cuatro (en la playa me abandono)



He estado haciendo algunas cosas, tal como se muele la sal del tiempo. En los inicios de la noche, me rompo y desfiguro el mar, sus olas y el claustro del polvo encuentro. Roigo el coral y las palmeras asentado barca descansa pobre en la arena, hambriento. Sol comeángeles, comeboyas, me riega manto plus un día para asirme a la sombra, infinita, universa, escape entre los dedos, fugaz. Sombra y agua caen.

Foto tomada de:
www.flickr.com/photos/jesusvr/2255229948/

1.12.09

tres (500 km nos separaron)



Voy veneno filo de navaja,
entrecorto el camino de tu falda
y respaldo la cadente caravana de los árboles.

Fuuuu, fuuuu.
Una nube interna su ciclo en espiral,
despedaza completa el cielo,
en color, color carnal, animal,
vertiginio de sales,
funeral, ascenso, astuto, carnaval.

Vientre;
tu luz corroe dragón,
maga de la luz
fulmina las flores de mi edad.
Yo llego florero de la soledad
de este que cae entre jarrones
y cierres de paz mental sostenida.

Shhhh, shhhh.
Voz de fogones,
juegan desierto las raíces del árbol ,
encienden arbusto bonzo ensimismado;
entre tus piernas:
miel, gris, cristal,
oscuro mineral azul.
Un movimiento. Ugh.

Foto de Marina Zerbarini, en:
www.flickr.com/photos/hoy_no_caigas_en_la_trampa/3475908873

Branco á dos vocês (Xema, obrigado)


Eres indeterminación y posibilidad.
Siempre igual, siempre puro.
Efímero padre de todas las madres,
origen irredento de las culpas.
Vapor virgen de los días,
lienzo de los sueños del pasado claro
que con nubes avanza
entrecortando el cielo
y pintando los polos,
de blanco.